Ética
de las Organizaciones
Para diseñar una ética de las
organizaciones sería necesario recorrer los siguientes pasos:
- determinar
claramente cuál es el fin específico, el bien interno a la actividad que
le corresponde y por el que cobra su legitimidad social.
- averiguar
cuáles son los medios adecuados para producir ese bien y que valores es
preciso incorporar para alcanzarlo
- indagar
que hábitos han de ir adquiriendo la organización en su conjunto y los
miembros que la componen o para incorporar esos valores
- discernir
qué relación debe existir con las distintas actividades y organizaciones
- como
también entre los bienes internos y externos a ellas
A la hora de diseñar los rasgos de una
organización y sus actividades, es imprescindible tener en cuenta, además de
los cinco puntos mencionados, los dos siguientes:
- cuáles
son los valores de la moral cívica de la sociedad en la que se inscribe,
- que
derechos reconoce esa sociedad a las personas. Es decir, cual es la
conciencia moral alcanzada por la sociedad.
Fundamentos de
la Ética
La
ética es tan innata al individuo, que cuando esta se desvía él siempre tratará
de vencer su falta de ética.
En
el momento en que aparece en él un punto débil en cuanto a su ética, lo sabe.
En ese momento comienza a intentar volverse ético, y en la medida en que pueda
contemplar conceptos de supervivencia a largo plazo puede tener éxito, aunque
carezca de la tecnología de ética.
No
obstante, demasiado a menudo, el individuo se pone a sí mismo en una situación
fuera de ética, y si no tiene tecnología con que resolverlo de forma analítica
(racional), su “solución” es creer o pretender que se le hizo algo que provocó
o justificó su acción no ética; y en ese punto comienza su declive. Cuando eso
ocurre, realmente nadie le hunde más que él mismo.
Y
una vez en declive, sin la tecnología básica de ética, no tiene modo de volver
a ascender: se derrumba directa y deliberadamente. Y aunque tenga muchísimas
complejidades en su vida, y haya otras personas acabando con él, todo comienza
con su desconocimiento de la tecnología de ética.
Los
hombres son estructuralmente morales
La moral es un saber que acompaña desde
el origen a la vida de los hombres, aunque haya ido recibiendo distintos
contenidos. A la parte de la Filosofía que reflexiona sobre la moral la
llamamos “ética” o filosofía moral y llamamos moral (a secas) a ese saber que
acompaña a la vida de los hombres haciéndoles prudentes y justos. Se trataría
de distinguir entre “moral vivida” (moral) y “moral pensada” (ética).
La ética como filosofía moral tiene
tres funciones:
- aclarar
que es lo moral, cuáles son sus rasgos
- fundamentar
la moral, tratar de inquirir cuales son las razones para que los hombres
se comporten moralmente
- aplicar
a los distintos ámbitos de la vida social los resultados de las dos
primeras, que es lo que hoy se viene llamando “ética aplicada”.
La ética empresarial seria una de las
partes de la ética aplicada.
Eudenomismo
Aristóteles (384-322a.C) escribió
los primeros tratados sistemáticos de ética, en los que expone aquello que
explica el comportamiento moral de las personas. Su teoría ética defiende que el fin último del ser
humano, lo que explica su comportamiento moral, es alcanzar la felicidad. Felicidad es eudaimonia en griego, de ahí el termino eudemonismo para
referirse a su ética. Aristóteles sostiene que todos los seres humanos
desean, por la naturaleza. ser felices, pero es evidente que pocos lo
consiguen. La principal razón es que toman decisiones equivocadas y confunden
la felicidad con la ambición personal, la riqueza o el prestigio. Aristóteles cree
que es preciso hacer uso de la razón y no elegir la opción más beneficiosa a
primera vista, sino la más prudente, la que se sitúa en el término medio entre el exceso y el defecto.